gabriela revel

Estrategia y Cambio: Las edades del siglo XXI

In Cambio, Empresa familiar, Estrategia, gestion del cambio, Liderazgo, Los post más votados, Management, recursos humanos on 9 febrero 2010 at 23:55

A ver cómo toco este tema, respetando la norma no escrita de este blog, de evitar «temas politizados», ni posts kilométricos…

El problema para mí no es si la jubilación es a los 65 o a los 67. El problema para mí es el propio concepto de edad en las empresas actualmente.

Si las estadísticas dicen que se accede a los primeros empleos alrededor de los 22 años -si no son cualificados- y alrededor de los 27 los cualificados- y la tozuda realidad nos recuerda que cuando un empleado de 50 años pierde su trabajo, cae en el pánico de volver nunca más a ser contratado, ¿entonces, de qué estamos hablando?

Si hay varias generaciones de adultescentes, que siguen con la Nintendo a los 35, y tienen su primer hijo a los 38, ¿es que van a terminar de criar a sus hijos desde el paro, desde la prejubilación o desde dónde, si les pilla un despido a los 52, por poner un ejemplo? Porque esos adultescente tendrán hijos de 14 años a esa edad!!

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Una de las cosas que más me impactó cuando asumí la posición de CEO de un grupo multinacional en Alemania, hace ya más de 10 años, era que nuestra Directora de recursos humanos tenía 62 años, y por supuesto, era altísmamente eficaz, además de aportar un enorme conocimiento de la empresa, en la llevaba varios años. Y algo similar me ocurrió hace algunos años dirigiendo una empresa en Francia. No estaba acostumbrada yo a eso.

jubilación, ERE, neurona, sinapsis, estrategia, camboio, RRHH, recursos humanos, sentido común, perspectiva, edad, management change, lean manufacturing, six sigma, empresa familiar, pyme Anteayer, viajando hacia Alemania, escuché por casualidad, una conversación entre dos ejecutivos españoles, de esos que, como yo, trabajan varias semanas al mes fuera del país. No pude evitar escuchar, y no puedo evitar traer la conversación a este post. Trabajaban ambos en el sector del automóvil, y en una de las partes más «densas» de su charla, se explicaban uno al otro sus planes de carrera. El comentario era: «ahora, estamos por suerte, con un equipo directivo de 44, 46, 48 años. Fíjate, gente joven, de nuestra edad. es el momento de hacernos valer, de hacer una buena carrera internacional. Diez años con este ritmo, y despúes, se acabó»

Juro que se me atragantaron por 2 veces los snacks de la línea aérea.
Primero: mientras ellos consideraban que «la gente joven, como ellos, de 48 años» tomaba el poder, su empresa prejubila ingentes cantidades de personal a los 50 años!! Y todos sabemos que esas gentes, pasarán a formar parte de las enormes bolsas de los «parados de larga duración»

Segundo. si son jóvenes a los 48 -cosas que yo comparto- por qué planean que su carrera se termine a los 58??!!

Estamos asistiendoa un despropósito brutal. A saber, la esperanza de vida en los países desarrollados se alarga hasta rozar casi los 85 años hoy, lo cual quiere decir, que se alargará hasta casi lo 90 años en las próximas dos décadas.

Al mismo tiempo, en los países desarrollados, la formación básica de las clases media, incluye estudios universitarios, y en el caso de las élites, formaciones de post-grado, que llevan a que los primeros trabajo «estables» se consiguen entre de los 25 y los 28 años.

Y por otro lado, tenemos en activo a una enorme masa de asalariados, con escasa formación, que inició su vida laboral a los 20 años, y que hoy, si pierde su empleo alrededor de la cincuentena, es sistemáticamente rechazado por las empresas, que argumentarán que buscan gente joven.
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¿Dónde estamos situados en ésta discusión? ¿por qué obviamos en la reflexión que la mayoría de los ricos e inmensamente poderososos que en el mundo deciden tienen más de 70 años?

Sin ir más lejos, me he tomado el trabajo de repasar la lista de asistentes a Davos 2010. Entre los líderes figuran

    Klaus Schwab – 72 años – alma mater de World Economic Forum (Davos)

    Warren Buffet – 80 años – CEO of Berkshire Hathaway Inc. y Gurú de los inversionistas que el mundo hay –

    Dominique Strauss-Kahn -61 años -Presidente del Fondo Monetario Internacional –

    ...y si queremos hacer la lista más » de andar por casa», podríamos incluír a

    Amancio Ortega – 74 años – Presidente y accionista mayoritario del grupo Inditex –
    Isidoro Alvarez – 75 años – Presidente y accionista mayoritario de El Corte Inglés –
    Emilio Botín – 76 años – Presidente y accionista de referencia del Grupo Santander –

No voy siquiera a mencionar que varios de estos insignes empresarios, tienen «delfines», aún en períodos de rodaje, esperando la sucesión, como la mismísima Ana Patricia Botín, con sus 50 años ya cumplidos, o SAR Don Felipe de Borbón, que lleva a sus niñas a la guardería con sus flamantes 42 años.

Y en el fragor de esta batalla de edades, me asaltan algunas preguntas especialmente crueles:

  • ¿es que solo los trabajadores no cualificados envejecen?
  • ¿es que se puede empezar a trabajar a los 30 años, si se es un trabajador cualificado, para ser expulsado del mercado a los 50 , si se cruza un ERE en tu vida?
  • ¿quieren los más poderosos perpetuarse en el poder, teniendo sin embargo en sus empresas, ingentes masas de mileuristas adultescentes, que ignoran lo que es un sindicato o una huelga?
  • No sé si he conseguido mi propósito de la primera línea del post, pero os confieso que no podía dejar de hacer esta reflexión con vosotros.

    1. Desde luego que la edad no es un número, es la interpretación que haga alguien del número de años que uno tenga.
      Tengo 48 años y soy joven para el proyecto empresarial que constituí hace algo mas de un año. Entonces -después de varios años en puestos de Dirección Comercial en empresas de alto nivel- decidí reconvertirme en Interim Manager.
      Lo he conseguido -en parte-, pero de momento hace casi un año que trabajo -por cuenta ajena- para una empresa líder en el mercado del descanso en donde les aporto mi experiencia en la gestión de equipos humanos de ventas.
      Pero ¿porqué soy joven? porque para ser I.M. has de tener muchos años atesorando experiencia y éxitos y parece ser (para algunos providers) que 48 son pocos.
      A veces creo que la edad es una herramienta de negociación /descarte para «comprar» mas barato.

      • Manuel,

        Me quedo, como reflexión, con la última frase de tu comentario : ¿se ha transformado la edad en una herramienta de negociación /descarte para “comprar” mas barato.?

        En ese caso, como se hace el descarte’ joven y barato, Joven y caro, Adulto y Barato, adulto y caro?

        Sigamos charlando…

    2. Hola Gabriela,

      sólo un comentario muy corto a tu post de hoy, una vez más acertado, realista, crítico, y que pone una realidad sobre la mesa que poco se comenta pero que está ahí.

      La edad y la experiencia son un grado ¿no? no quiero hacer un discurso sobre ello, aunque tendría mucho que decir, sólamente, que día a día en el desarrollo de mi profesión me doy cuenta que lo que sé no me lo enseñaron en la Universidad, que obviamente me dio las bases y el conocimiento teórico, sin embargo los años, el trabajo continuo, las diferentes situaciones, la curiosidad, la perseverancia por hacer las cosas bien, me han dado una forma de conocimiento que sólo se adquiere con los años …. que diferentes hubieran sido las cosas si a los 22 años ya licenciada, hubiera sabido lo que sé ahora… pero eso es materialmente imposible.

      Más sabe el diablo por viejo que por diablo …

      • Hola Claudia,

        antes de nada, vaya por delante una convicción: para mí LA EDAD Y LA EXPERIENCIA NO SON UN GRADO

        Porque de ser así, todos los viejos serían sabios serenos y respetables, y todos los jóvenes alocados impresentables, y eso no es así.

        Dicho de otra manera, ha de haber soldados viejos y generales jóvenes.

        Pero lo cierto, es que lo que tu comentario me hace pensar es si, por todo lo dicho, lo que importa es la «cantidad de los días vividos», o la «calidad de la manera de vivirlos»?

        ¿Qué es lo que hace que las gentes aprendan diferente de las cosas vividas? (el diablo incluído, claro)

    3. Un buen debate, y en algo no estoy de acuerdo, LA EDAD Y LA EXPERIENCIA SI son un grado, ya que lo importante está en saber como interpretar lo que la edad y la experiencia nos dice.
      Y con respecto a la calidad o la cantidad… lo importante es la adecuación de a la vida, no siempre se puede elegir y la sabiduria está en las capacidades de adaptación.
      Y si me permites algo me ha sonado un tanto demagógico «soldados viejos y generales jóvenes» …. ejem…

      • Lo bueno de los debates, es la posibilidad del desacuerdo.

        Sin embargo, insisto en que no ha de ser inusual, tener jefes más jóvenes que uno mismo, ¿no?

        Ese era el sentido de mi reflexión, bien lejana de la demagogia, palabra que, desde tu comentario, quisiera no interpretar como un insulto.

    4. Hola Gabriela,

      Me sumo a tu reflexión: la edad cronológica no es buena ni mala en sí misma.

      Yo he tenido siempre equipos de gente más (a veces mucho más) joven que yo; a menudo he tenido que formarlos. Siempre ha sido gratificante (en esto sé que he tenido suerte) la respuesta obtenida, y el hecho de que es su «condición cronológica» la que propiciaba esa respuesta: ilusión, solvencia técnica, eficiencia, aportaciones creativas, apertura de miras, etc.

      Ahora, de la misma manera digo que, a otros niveles, es igualmente válida la aportación del senior (lo que ocurre es que es otra), y que esa aportación es para las empresas fundamental (como botón de muestra los ejemplos que has puesto).

      Condición: haber aprendido de la experiencia. Ésta es un grado sólamente si se ha sabido rentabilizar esa experiencia en forma de conocimiento, si se ha sabido aprender, especialmente de los errores (con los éxitos es más difícil porque no solemos parar a analizar por qué se tiene éxito). Yo mismo creo que a veces he sabido aprender de mi experiencia y otras no he sabido: mi experiencia es una aportación sólo si al final me ha cambiado…

      Desde luego lo de las prejubilaciones me parece una barbaridad, creo que es una pérdida para la empresa en muchos casos (aunque también pasa a veces que, a cierta edad, algunos llegan a su máximo nivel de incompetencia… ¿o no?)

      • Hola Andreu,

        Exactamente esa es mi opinión en cuánto a lo del «grado de la experiencia»! Una puntualización perfecta.

        «La experiecia es un grado sólo si la he transformado en conocimiento, y al final, me ha cambiado» Esa es exacatmente mi opinión, y en este caso, la has expresado tú, mucho mejor que yo. Gracias, como siempre, por ayudarme a avanzar 🙂

        En referencia a tu última frase, me queda una duda: «a cierta edad algunos llegar a su máximo nivel de incompetencia», dices. Y yo te pregunto, has querido decir «a su máximo nivel de competencia» (al ligarlo a la edad)? Porque de no ser así, te puedo asegurar que yo conozco a varias docenas, que han llegado a su máximo nivel de iincompetencoia, siendo bastante jovencitos!!

        Pero, realmente, quisiera que pudiéramos volver sobre esa frase, porque creo que es especialmente «protagonista» en los debates sobre la edad, el know-how, las negociaciones a la baja o al alta en temas de salarios, las prejubilaciones, el valor de los llamados «recursos humanos»y un par de cosas más.

        «el máximo nivel de competencia» o «el máximo nivel de imcompetencia»…..? Interesante, muy interesante…

    5. Hola a todos,

      No debería existir polémica sobre tal o cual edad es, desde el punto de vista legal, la edad de jubilación. Únicamente incluir un detalle.

      Si un porcentaje muy alto de la población se ha hipotecado a 30 o 40 años, me temo que será más que probable que quiera seguir trabajando después de los 65 años, no ya solo porque esté en condiciones físicas y mentales, sino porque tiene y tendrá una obligación con su entidad financiera. Si a esto le unimos que nuestros vástagos no se emanciparán, si lo hacen, hasta los 40, me temo que deberemos seguir arrimando el hombro durante mucho tiempo, siempre que nos dejen hacerlo.

      Polémicas aparte, parece lógico el hecho de intentar aportar, en mayor o menor medida, nuestro conocimiento y experiencia, siempre que no suponga un obstáculo en el entorno y nuestras condiciones físicas y mentales se encuentren a pleno rendimiento. Cuando esto no suceda, será el momento de dejar paso al resto, probablemente más jóvenes y capaces. ¿Con qué edad? Lo dejo en manos del destino.

      Jesús de Miguel

      • Hola Jesús

        Es muy difícil no estar de acuerdo con tuss dos párrafos, que tocan dos puntos de vista diferentes. Y además complementarios.

        Es esa visión «pegada a la realidad», que habla de hipotecas, condiciones físicas y mentales, estructuras familiares que han evolucionado, entre otras cosas, lo que he querido traer a nuestra conversación.

        Y como siempre, tú has aportado un grano más de sentido común.

        Muchas gracias por eso, como siempre 🙂

    6. Hola otra vez,

      ante todo debo decir que me han gustado los comentarios de otros participantes en el post. Percibo una buena cantidad de sentido común en todos ellos.

      En cuanto a la pregunta de «máximo nivel de incompetencia/competencia» (ligado a la edad), creo que conforme iba escribiendo sobre esto en mi comentario anterior, percibía cierta sensación de estar metiéndome en terrenos escabrosos. A ver cómo salgo de esta…

      La frase viene del principio enunciado por el Dr. Lauren J. Peter y el escritor Raymond Hull en su libro «El Principio de Peter» de 1969. Tal como lo postulaba, en una empresa u organización jerárquica, todo empleado tiende a ser ascendido hasta llegar a su máximo nivel de IN-competencia. De hecho parece que exactamente lo que postulaba es que el empleado ascendía hasta llegar a su nivel de incompetencia (sin el «máximo»), a partir del cual se quedaba estancado. La interpretación es que un profesional es competente en varios puestos cronológicamente sucesivos y ascendentes hasta que es promocionado a uno en el que deja de serlo.

      Este es el caso al que me refería. Como esto supone cierto recorrido en una carrera profesional, normalmente suele aplicarse este principio a profesionales senior. Por otro lado, el libro de Peter fué escrito en tono humorístico y crítico con «jefes» o personajes de nivel profesional alto, que normalmente eran seniors.

      También se atribuye a Ortega y Gasset una crítica a los funcionarios hacia la primera década del siglo XX, según la cual «Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes».

      En el caso de los que llegan a encontrar enseguida su nivel de incompetencia, pues también los hay, si bien creo que a estos se les considera incompetentes desde el principio de su recorrido…

      ¿qué tal he salido de mi propia trampa?

      • 🙂 duerme tranquilo. Has salido como un campeón!!

        Mañana, hablamos un rato de «la pirámide de Peter», que fue el libro que L.J.Peter publicó en el año 86, un poco después del que mencionas.

        Así que, con lo deberes hechos, los dos, mañana será otro día 🙂

    7. Post contundente, no politizado, ni kilométrico, cuánto me queda por aprender.

      Enhorabuena Gabriela.

      ¿Soy jóven o vieja? depende para qué … ¿Estoy en el mercado?

      un abrazo. Mari Cruz

      • Gracias por la enhorabuena, Maricruz.

        A mi modo de ver, estarás en el mercado mientras tus aptitudes y tus actitudes sigan estando bien sincronizadas con la realidad….Así de sencillo.

        Pero de momento, de lo que me alegro, es de que estés en este Blog.

        Gracias por venir 🙂

    8. Ufff..llego tarde a este interesante discusión…
      Primero felicitar a Gabriela por su trabajo en el blog, muy interesante. Contenidos interesantes es lo que capta atención de los usuarios, y su experiencia y redacción generan interés. Gracias pues!!!

      En cuanto al tema que nos ocupa, ante todo lo sabio dicho, solo quisiera ofrecer un nuevo punto de vista.

      Experiencia y formación son probablemente «armas» que suman, sinceramente no sé cual más…pero probablemente la «actitud» y las «habilidades» son cosas que multiplican, así que para mi no se trata tanto de viejos o jovenes, sabios o ignorantes, como de que nivel de talento y actitud estás dispuesto a aportar a un nuevo proyecto ( y ahí me da igual en el sitio que lo vayas a hacer: trabajador, empresario, colaborador..whatever!!!. Para mi la clave es «talento y actitud» y casi que me importa más la segunda.

      Y por decantarme por algo, eso si, si te has equivocado muchas veces antes, me gustas más que si no te equivocaste nunca…

      • Querido Josan,

        la gente con tu experiencia, nunca llega tarde para aportar cosas!!

        Además, tengo que agradecerte el homenaje de tu post de hoy, donde, como era de esperar, amplias mi post, y lo miras desde esa perspectiva que dominas, que es el mundo de la Franquicia.

        Me alegro del reencuentro, y seguro que el resto de los lectores de Estrategia y Cambio, también 🙂 !

    9. […] cosa que supongo que por prudencia no me ha dicho, y topo con él con la interesantisima entrada “Las Edades del Siglo XXI” en la que leo cosas interesantes respecto a la edad y la experiencia y sobretodo de lo absurdo de […]

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